Mamá

Mamá


¿Qué le dije yo?, ¡Mucho cuidado se va a caer!, ¡Sírvase, usted no tiene cachifa!, ¡Yo se lo dije pero como usted no hizo caso! ¿A quién te recuerdan estas palabras? Exacto a mamá, todas con una frase típica que las caracteriza, con su sonrisa y sus consejos… Hoy vengo a hablarles del ser más importante en nuestras vidas, que sin él no fuésemos nada, porque es tan fundamental que nadie se imagina la vida sin ella.

Mamá es aquella persona que te llevó en su vientre durante 9 meses, quien más te ama, te cuida, se preocupa por ti, está cuando más la necesitas, deja de comerse o comprarse algo por dártelo a ti. En fin, un verdadero ángel que Dios mandó a nuestras vidas, cuyo ángel debe ser cuidado y valorado más que cualquier otro.

Pero… Me gustaría hablarles de mi mamá, así me entenderán mejor. Mi mamá es el ser más importante en mi vida, una persona extraordinaria, hermosa, inteligente, divertida, la mejor sin duda alguna, mi ejemplo a seguir, quien amo, quien admiro, lo mejor que tengo. Es mi compañera de aventuras, mi abogada, maestra, doctora, mi reina, etc, pero más que eso mi mamá es el amor de mi vida. Con ella puedo contar por y para siempre. Doy gracias a Dios por tenerla. La amo inmensamente.

Bueno, para mí mi mamá es así, pero hay otros tipos de madres: los abuelos, tíos y papás que por circunstancias de la vida han tomado ese rol y se han vuelto en el sostén de esos niños y jóvenes, y hoy se les felicita al igual que las demás.

Para culminar… Dos cosas muy importantes he de expresar, esas son: El día de las madres son todos, así que pórtate bien todos, no solo hoy, valora a tu mamá, cuídala, respétala y ayúdale en todo lo que puedas, porque el mejor regalo para ellas es el tiempo que le dedicas, tu comportamiento, tus éxitos y tu amor. Por eso es que yo siempre digo: “Más vale un pequeño pero significativo regalo que uno grande sin significado”.

Las mamás son tan increíbles que me hacen pensar en esta frase de Candiman: “Las personas hermosas son raras, no se distinguen por la cara sino por el alma”.

Felicidades a todas las madres guerreras.

Pachamama

Pachamama



Soy Gotita ¿me recuerdan? Yo soy  la que baja desde las nubes hasta el río, pero hoy no vengo a contar esa historia, sino la de la anciana Pachamama. Solía ser maravillosa llena de hermosas flores de brillantes colores, donde el trinar de las aves y el rugir de los mares indican el vigor que  Pachamama tiene, cada ser creado rinde tributo a la naturaleza, pero lo más maravilloso de esta creación ha sido el ser humano, dotado de inteligencia superior para ser el mayordomo del hogar de Pachamama.
Todos  vivían en armonía hasta el día en que el hombre decidió hacer modificaciones al lugar que le dio cobijo, así que sin remordimiento podaba árboles, construía ciudades, carros, casas, e industrias. ¡Muy bien! “Esto será de beneficio para muchas generaciones” decía el hombre, y claro, estaba en lo cierto, pero el problema era que abusaba de su poder talando demás, construyendo selvas de concreto a tal punto que varios paisajes hermosos fueron arruinados, los ríos se mezclaban con podredumbre y las costas desoladas, ocupadas por desperdicios.
El ruido ya era la expresión de esa nueva selva, Pachamama  gemía de dolor, se estremecía tan fuerte que podía sentirse debajo de mis pies, su cálido clima fue envestido por una inclemente temperatura que causa muerte y destrucción.
Me acerqué hasta donde estaba agonizante y Pachamama me dio; “Gotita no se cuánto tiempo me quede para dar vida a quien vida quita, pero tú que siempre me has acompañado, ve y dile al hombre que su odio, avaricia y poder aceleran mi muerte. Gotita enmudeció y viendo a Pachamama comprobó que la tragedia era inminente, solo quedan testigos mudos del ecocidio del hombre en contra de Pachamama.
Piensa que cada tic tac del reloj es una cuenta regresiva de este planeta que se acaba, qué haces por detener su muerte o eres el que dosifica el sufrimiento del planeta azul y por consiguiente no solo cavas la muerte de Pachamama sino la tuya también.