Una aventura navideña

Una aventura navideña



Muchos se preguntarán ¿qué pasaría si no hay espíritu navideño?. La respuesta es muy sencilla aunque algo compleja para muchos, sin espíritu navideño no hay amor principalmente, bondad, amistad, no se comparte en familia, ocasionando tristeza, bueno comencemos. 

Hace mucho tiempo en una ciudad llamada Trujillo, vivían Sofía, Isabel, Luis y Cristián, pero desafortunadamente su mamá Angélica se enfermó y murió quedando al cuidado de su padre Sebastián, desde ese acontecimiento no volvieron a celebrar la navidad, tampoco los habitantes de ese pueblo, porque Angélica ya no estaba, ella era muy generosa y ayudaba mucho a los necesitados, al morir su fortuna la administró su esposo para el beneficio de sus  hijos.

En conocimiento de lo sucedido el tío Wotmant que era un doctor ya de avanzada edad se fue a vivir con ellos, era hermano mayor del papá de los niños, pero al tío no le gustaba la navidad, producto de un profundo y misterioso secreto. Como todos los días, los niños se levantaban desanimados. Papá llamó Sofía, ¿que ocurre? pregunto él muy animado, ¿que vamos a hacer en esta navidad, ya que solo faltan dos días? bueno hija... ¿Que tal si le ponemos un poco de emoción?, poron pom pom pon, pero papá yo tengo una muy buena idea dijo Isabel, que tal si... 

Antes de que Isabel terminase el tío Wotmant la interrumpió (ya sabemos porque) y dijo: no celebraremos la navidad, pero... dijo Isabel, el tío continuó: pero nada niña, dándole besos en la frente, ¿se te olvida que hace 5 años murió tu madre, mi cuñada, tu esposa Sebastián, o se les olvida?  todo quedó en silencio, luego de eso se levantaron de la mesa y se fueron a hacer sus actividades. 

Dos días después ya era 24 de diciembre, se despertó Isabel porque escuchó un  ruido en la cocina, era muy temprano para que alguien estuviese allí, sin embargo se dirigió curiosa a ver lo que ocurría, al llegar no se encontró nadie, solo un vaso de leche con cereal, esto le pareció muy extraño pero se lo tomó, luego escuchó unos leves pasos que se iban acercando más a ella, ¿Qui...én es...? dijo tartamudeando, ¡auch!, se volteó, y el vestido quedó enredado en la puerta, huy, cayó, pum. 

Lo siento por asustarte dijo con voz dulce, me presento soy el hada mágica de la navidad, me llamo Mariela, Isabel asombrada no dejaba de mirarla, ya que el hada era muy hermosa, tenía cabello rubio, ojos verdes, piel blanca, alta y llevaba un hermoso vestido, lo siento, soy Isabel, pero ¿qué haces aquí?, ¿de dónde vienes?, ¿me conoces?, eran muchas preguntas.

Tranquila Isabel estoy aquí porque fui enviada por Santa, para ayudarlos, que lamentable lo de tu mamá, la pequeña Isabel preguntó ¿sabes cuál es mi color favorito?, si, es amarillo dijo el hada, oh, lo supiste, ¿qué pasa aquí? exclamaron Sofía, Luis y Cristián bajando las escaleras, chicos ella es Mariela es un hada navideña enviada por Santa, conoce todo de nosotros hasta mi color favorito, Mariela ella es Sofía, el Luis y el Cristián, un gusto, ya sabia todo, ¡wao! contestó Luis.

El hada les ofreció prepararles el desayuno, chicos tengo algo muy importante que decirles, como sabrán en toda la ciudad no hay espíritu navideño, todo el mundo esta triste y es egoísta y el mal espíritu navideño que se aprovecha de la situación arruinando todo, el viajó del Polo Sur haciéndose pasar por bueno, pero ¿quién es?  pregunto Cristián, es... ¡su tío!, el doctor Wotmant, ¡Qué, no puede ser! señaló Luis, con razón que hace 2 días mencionó que no celebráramos la navidad interpeló Sofía, ¡ahí está! exclamó el hada, así que tendré que llevarlos al Polo Norte con Santa donde aprenderán todo lo necesario y regresaremos en la noche para ayudar a todos, pero debemos cuidarnos de Wotmant; ¿están listos? ¡si ! respondieron y tomando sus mochilas desaparecieron entre pétalos de rosas.Mientras tanto el tío Wotmant le dio una pastilla para hacer dormir a Sebastián, y puso en marcha su plan.

El hada junto a los niños llegaron en dos minutos al Polo Norte, allí entraron al castillo de Santa y al verlo jubilosos exclamaron ¡oh Santa! que bueno que te conocemos, tu nos puedes enseñar ¿qué es la navidad? ¡jojojojo! Si los voy a enseñar, pero lo primero que tenemos que hacer es un plan porque Wotmant vendrá tarde o temprano, así que vamos a la sala de planes, ¿les gusta mi palacio? si, nos encanta dijo Cristián, al llegar empezaron a hacer el plan; ustedes van aquí y entonces...

Hay que enseñarles a todos los del pueblo el significado de la navidad, una época de compartir en familia, basada en amor, alegría, bondad, entres otras, que incluyen varias tradiciones como el pesebre, el arbolito de navidad, los aguinaldos o villancicos, las comidas navideñas, la cena familiar, intercambio de regalos entre otras cosas, ¡jo jo jo! 

En un descuido entró al lugar el doctor Wotmant, a interrumpir los preparativos de la navidad que sus sobrinos junto a Santa habían hecho, al darse cuenta los niños le dijeron: tío ¿por que haces eso? porque a mi no me gusta la navidad, de pequeño fui muy infeliz, pero el hada asió su varita y apuntando ordenó: que se vaya de ti el espíritu malo y que venga el bueno, y si no es así conviértelo en piedra, ¡pun! el hechizo fue hacia Wotmant y este con su escudo lo transfirió  a Santa quedando en piedra, con una estruenda carcajada el tío preguntó: ahora ¿que harán sin su Santa?, luego convirtió en hielo a su sobrina Isabel, les dije que hicieran caso a mis consejos pero ¡no!, regresaré al pueblo para que todo quede como siempre y se fue.

Mariela ahora ¿qué vamos a hacer?, dijeron asustados los niños, bueno el hechizo de Isabel se puede quitar antes de medianoche, tenemos que encontrar a Wotmant y convencerlo de que revierta el hechizo, si no nada será igual, bueno entonces que esperamos, son las 6 de la tarde dijo Sofía que había revisado celular, bueno vamos, los chicos corrieron llevando con ellos a Isabel, los minutos pasaban muy rápido hasta que llegaron a una habitación, al entrar se cerró la puerta, se escucharon unos pasos y  una figura se movía celebrando su hazaña.

El hada quiso hechizar al tío pero Luis la detuvo: no lo hagas, tal vez  nuestro espíritu navideño sea más fuerte, una cosa he aprendido, que el amor y el espíritu navideño pueden hacer la diferencia, acercándose a su tío le dijo: ¡tío basta!, si tan solo dejaras el pasado serías feliz, por favor, en ese momento se escuchó una campana y un fuerte viento recorrió a Wotmant, apoderándose de su ser una fuerza a la que no podía resistir, el espíritu navideño.

El tío fue transformado revirtiendo el hechizo de hielo y piedra, luego pidió disculpas a todos y Santa le concedió el mejor regalo que era su hermosa familia, le concedió a Mariela irse con los niños a vivir Trujillo, pero ya no podría realizar ningún hechizo ahora tendría que aprender a vivir sin ellos, les regaló adornos de navidad, comida y muchas luces de colores.

Llegaron muy felices a su pueblo, tanto que contagiaron a sus vecinos y realizaron la mejor decoración navideña que hayan visto, organizaron una hermosa fiesta navideña, ayudaron a todos los necesitados. Su papá ya había despertado y fue invadido por el espíritu navideño.

Meses después, Sebastián y Mariela se casaron, el tío se quedó en casa haciendo grata y dulce las sucesivas navidades para sus sobrinos, viviendo felices para siempre.

Este cuento nos enseña que a pesar  de las dificultades el espíritu navideño siempre debe abrigar en nuestros corazones, al igual que la bondad, el amor, la fe y muchas cosas más, así que recuerda esta fue una aventura navideña.